Tened cuidado si vuestra Alma es estrecha de miras, si no buscáis la belleza en una gota de agua, si no amáis aún sabiendo que os producirá una herida tan profunda que jamás cicatrizará, si sois adultos.
Bribirblibli.
El camina despacito, que las prisas no son buenas.
¿Las palabras se las lleva el viento? Eso dicen y puede ser que así sea. Decimos tantas a lo largo del día e igualmente las escuchamos. Pero si cuando te vas a dormir intentas recordarlas seguramente no seas capaz, porque no son importantes, no has prestado atención o simplemente porque no. En cambio hay algunas palabras o frases que te perseguirán toda tu vida. Desde el mismo instante que las lees o escuchas las recuerdas siempre, pues tienen tanta importancia y peso en tu interior, que el viento no puede con ellas y ahí se quedan, junto a ti. Pueden ser buenas o mañas, que te recuerden a la persona que las dijo, a un momento en concreto o a cualquier cosa, que no te gusten y quieras olvidaras pero no puedas o que a simple vista parezcan indiferentes, pero si están ahí es por algo y las palabras son cosas que no se pueden ignorar. Hieren, ayudan, entristecen, alivia, duelen, alegran, hunden, salvan. A si que, hay que saber utilizarlas como quieres en cada momento, hay que saber dominar las palabras.
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