Veo veo. ¿Qué ves?

Felicidad, esperanza, alegría. Creer, esperar, necesitar, sentir. Echar de menos, reservar cada segundo. Obsesión. Las lagrimas y las sonrisas más verdaderas. Sinceridad, confianza. Atracción. Sensaciones extrañas en tu estómago. Fuerza, vulnerabilidad. Ser muy paciente. Aparentar para agradar. Callar, expresar. Amistad. Estar cómodo. Detalles, cuidarlos. Un punto (y) aparte. Iluminación. Tu canción favorita, la mejor película, representación o cuadro, un plato de tu comida preferida, ese olor que te tranquiliza, la textura más delicada.

Vuestra canción, esa película del cine, la comida rápida menos sofisticada del mundo, su perfume, su piel. Subir hasta lo más alto para caer de repente y sentir el golpe en cada célula de tu cuerpo. Morir poco a poco. Vivir día a día.
¿Y para ti qué es el amor?

I can't live with or without you.

Comienza a caer la lluvia, lentamente, al mismo tiempo comienza a caer el mundo dentro de la habitación. Con cada gota, fuera, el suelo se moja, con cada gota, dentro, el suelo se llena de cosas inservibles. Sentimientos y preguntas. ¿Cuándo? Alegría. ¿Dónde? Tristeza. ¿Quién? Amor. ¿Por qué? Odio.
Fuera, la fuerza con la que caen las gotas cobra fuerza. Dentro, preguntas y sentimientos se mueven al compás de ellas, como un reloj perfectamente sincronizado a otro.
Y siguiendo el tic tac, fuera se acelera, dentro se acelera y más dentro aún comienza, como un tercer reloj, solo que este, a diferencia de los otros dos, no circula de arriba a abajo, si no de dentro a fuera.
Gotas de agua por todas partes, chocando con la ventana, contra el suelo, contra todo lo que se cruza en su camino, muriendo en el impacto. Como si fuese un cuento de hadas las gotas que no son de lluvia cobran fuerza y destruyen todo lo que tocan a su paso.
En ese momento decides dejarlo, pues puedes hacerte o hacer a otros más daño. Y a la vez que se va haciendo más lenta la caída de dentro, se hace la de fuera y las preguntas y sentimientos, ahora están empapados, habrá que ponerlos a tender y que se evapore todo eso que expulsaba el ultimo reloj, ninguno de los 3 hace ya tic o tac, están callados, mudos...

Mi amor, si tú te vas.

Cuando el alma queda herida de soledad, es cuando aprendes que tener a alguien a quien amas, es un regalo que debes cuidar. Azaak nunca se recuperó de aquella matanza, los españoles le habíamos quitado su identidad y a cambio ella solo tenía mi amor. Cuando aquella noche me dijo que la ayudara a huir todos mis miedos y dudas desaparecieron. Amar a alguien es comprometerse, es pensar en tres: tú, yo y nosotros. Había encontrado el amor y no lo quería dejar escapar. Claro que la ayudaría, incluso me iría con ella, pues si ella se va yo volvería a encerrarme en vida.