Bribirblibli.

Erase una vez en Extremaydura, el día de la Bestia, una historia prohibida. No es de un caballero andante, ni de putas y golfas, ni de la vieja o un tal Jesucristo García. Ni príncipes, ni princesas. En realidad, es un amor castúo. Bajo un sol de invierno o buscando una luna, cerca del suelo o volando solo, preguntándote ¿dónde están mis amigos? Y lo de fuera parece que lo manda todo a tomar por culo, pero lo de dentro eres tú, minoría absoluta, te juzgan solo por tus errores, hasta que un perro callejero te muestra tus grandes éxitos y fracasos y tu corazón está muy bien y tu espíritu imperecedero está cabeza abajo. Y te quedas en standby, sin dios ni amo. Y todos te dicen, ¡qué sonrisa tan rara! Y sucede que tenamoras. Y es ese pequeño duende del parque tu dulce introducción al caos. Y entonces dices: Abreme el pecho y registra, es de acero, pero tu con cada latido del reloj a fuego has fndido todos los malos pensamientos. Pero la ley innata es que somos unos animales y no me calientes que me hundo o te la meto hasta las orejas. Porque contigo luce la oscuridad hasta en el mas sucio rincón de mi negro corazón. Que tu culo es miel y yo necesito droga y amor y tu dirás: "so payaso!" y se que esto es una lucha contigo, pero decidí en un arrebato en la calle esperanza, salir del sueño de un tango suicida. Soy material defectuoso, pero no quemaré tus recuerdos si te vas, aunque me romperás. Todo esto es otra inutil carta para el amor, pero yo seguiré amando, amando y el alma ensanchando.

El camina despacito, que las prisas no son buenas.

¿Las palabras se las lleva el viento? Eso dicen y puede ser que así sea. Decimos tantas a lo largo del día e igualmente las escuchamos. Pero si cuando te vas a dormir intentas recordarlas seguramente no seas capaz, porque no son importantes, no has prestado atención o simplemente porque no. En cambio hay algunas palabras o frases que te perseguirán toda tu vida. Desde el mismo instante que las lees o escuchas las recuerdas siempre, pues tienen tanta importancia y peso en tu interior, que el viento no puede con ellas y ahí se quedan, junto a ti. Pueden ser buenas o mañas, que te recuerden a la persona que las dijo, a un momento en concreto o a cualquier cosa, que no te gusten y quieras olvidaras pero no puedas o que a simple vista parezcan indiferentes, pero si están ahí es por algo y las palabras son cosas que no se pueden ignorar. Hieren, ayudan, entristecen, alivia, duelen, alegran, hunden, salvan. A si que, hay que saber utilizarlas como quieres en cada momento, hay que saber dominar las palabras.

Hoy no me derrumbo.

Hay veces en la vida que ocurren cosas que piensas que lo van a cambiar todo, que nada va a volver a ser como antes. Y aunque te duela decides dejar que sea así, dejando algo atrás, pero con algo nuevo. Llegados a este punto hay dos opciones: conseguir salir adelante, olvidando todo lo pasado y sin que te importe (o que al menos lo parezca), como una nueva vida o que necesites tanto eso que dejaste atrás que no puedas continuar. Y si la tuya es la segunda opción haces todo lo posible por recuperar lo perdido y hasta que no lo consigues no paras, porque si de verdad lo necesitas y lo quieres, no hay nada imposible. Y una vez que has conseguido recuperarlo, lo coges con más ganas, con más fuerza y esa fuerza también se te transmite a ti y ya no ves limites y puedes con todo.

Ellos no son tontos, pero siempre quieren más.

Más grande que la tranca de Nacho Vidal, más difícil que un partido con Rafa Nadal, más malvado que el bigote de Aznar, soy más extraña que el cuerpo de Mercedes Milá. Más negro que el sobaco de Zaplana, más feo que Belen Esteban bostezando y en pijama, más nostalgico que ver por la ventana, más estilo que ayer pero menos que mañana. Más flow que las pizzas Dr.Oetker, más lujuria que Sarkozy y Angela Merkel, más show que Nirvana destrozando todo, más imparcial que los informativos Nodo. Más arte que ¿tú qué dirías? más salvaje que Batista, más artista, mas loco que Pocholo de porros con el Bautista. Más células que el doctor Punset, mas ambicioso que la mente de Isabel Coixet, más pobre que una ensalada sin sal, más rico que Estados Unidos robando petróleo a Irak. Más rojo que un Ferrari, más mandangas de las que fumaba el Fary, más estilo y más diseño que París, más rapeos y mejores que cualquier MC. Más cabeza que cuerpo como Doraemon, más evolucionado que tu Digimon, más helado que Walt Disney en invierno, más caliente que Anastasia Mayo en el infierno. Más inestable que la nitroglicerina, tengo más morbo que espiar desnuda a tu vecina, más absurdo que el racismo, más abstracto que Fernando Arrabal hablando del mineralismo.Más pequeño que las celulas de Angel Martín, más blanco que la niña de The Ring con protección, más recursos que Macaulay Culkin solo en casa, más sabroso que el conejo color carne con salsa. Más cerrado que la mente de Rajoy, mas abierto que las piernas de Sonia Monroy, más efimero que el beso que te causa impacto, más perfecto que el reloj en el segundo exacto. Mas cabrón que el alcohol del After Save, más perdido que el papa en una rave, más cifrado que el teléfono del rey, más diablo que los simbolos del 666. Más cojones que Hugo Chavez, más sincero que House, más forrado que el camello de Amy Winehouse, más de lo que tengo es todo lo que doy, más espontáneo que la risa del artista Joan Eloy.
Yo he descubierto la capacidad de ser feliz sin necesidad de aparentar más, consumir más, de tener más de ganar más, basta ya.

Inteligencia al poder.

Vamos a ver, pensemos un poco y seamos razonables.
Analicemos a una persona normal y corriente. Tiene dos ojos, dos oídos, dos brazos, dos piernas y una boca. 
¿Y no será por algo?
Pues porque hay que observar más, escuchar más, ayudar más, moverse más y hablar menos. 
Porque seguramente las cosas de los demás sean mil veces mas importantes que las tuyas, a si que hay que aprender a callarse un poco, de vez en cuando.